¿Por qué es importante para una startup tecnológica contar con consultoría en Due Diligence?
Superados los primeros retos del arranque, toda startup comienza a trabajar en su expansión. Llegan más clientes, el equipo crece y comienzan a pensar en contactar a inversionistas. Es en esa etapa en la que contar con información que permita tomar decisiones realistas se convierte no sólo en una pieza clave para la empresa, sino también en el diagnóstico más acertado para garantizar una inversión segura
La consultoría en Due Diligence (DD) es una pieza clave con la que todo inversionista debe contar antes de inyectar recursos a una startup tecnológica, pues ofrece una radiografía clara del estado actual de la empresa y los pasos que debe seguir para crecer y avanzar en la dirección correcta.
La experiencia de Symlab en DD ha permitido a sus clientes tecnológicos encontrar puntos que pueden haber quedado desestimados en el día a día y, del lado de los inversionistas, determinar las piezas clave para minimizar riesgos y actuar con más tranquilidad.
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Una hoja de ruta para las startups
Una de las áreas en las que el Due Diligence puede ser de gran ayuda es evaluar si el equipo actual de la empresa es suficiente para lo que esta quiere lograr a mediano y largo plazo. “No siempre las personas con las que una startup arranca son necesariamente las mismas con las que esta crece. Es normal que mientras vayas creciendo necesites gente más especializada, y puede que tengas que entrenar a algunas personas de tu equipo y determinar si éstas querrán asumir roles más específicos en el futuro”, explica Olivers De Abreu, fundador de Symlab.
También resulta útil para que la startup “evalúe si es necesaria una refactorización de toda la plataforma o si hay que pensar en otras tecnologías, así como los pasos y prácticas de seguridad y privacidad, que son cada vez más importantes, y también para ver qué tanta inversión va a necesitar en un futuro, teniendo en cuenta equipo, tecnología y las plataformas que tienen que usar”, profundiza De Abreu.
Finalmente, pero no por ello menos importante, está el tema de la visión del equipo. “Normalmente, los equipos están muy concentrados en el ahora y en ‘apagar los incendios’, por decirlo de alguna manera, pero es importante comenzar a ver qué pasa cuando la empresa se quiera expandir a cinco países y qué decisiones deberá tomar en cuenta en cuanto a su equipo, porque no es lo mismo tener 10 clientes que tener 10 mil y debes tener muy claro cómo vas a responder al crecimiento”, acota.
Un aspecto importante que destaca de la experiencia de Symlab es el de la preparación previa de un equipo antes de iniciar el proceso de Due Diligence. “Muchas veces pasa que los equipos están un poco en contra del DD, porque sienten que se los está vigilando, cuando en realidad se trata de una labor interna que va a contribuir con el trabajo de todos. Hay que preparar al equipo para hacerlo porque la idea es que el proceso se cumpla lo mejor posible”, explica De Abreu.
Tranquilidad para los inversionistas
Como es natural, la consultoría en Due Diligence se ha convertido en un factor clave para los inversionistas en busca de oportunidades, pues, independientemente de cuánta confianza exista en el equipo que compone una startup y en la pertinencia de la idea de negocio que esta haya desarrollado, a la hora de arriesgar dinero se necesitan garantías sólidas.
“Muchos de nuestros clientes en Due Diligence son inversionistas, y esta consultoría les ayuda precisamente a ver qué tan sana está una empresa, cuál es su visión y qué tan robusta es tecnológicamente para la inversión”, explica Olivers De Abreu. Puede pasar que todo luzca muy bien en principio, pero “cuando haces zoom, te das cuenta de que el equipo con el que cuenta la empresa son las mismas dos personas que estaban al principio y que no están pensando en contratar a nadie más, inclusive con inversión de por medio, y eso es una bandera roja; o que no están tomando en cuenta qué deben tener en consideración si planean expandirse a otro país, o que por estar muy metidos en el día a día, no están pensando en cómo van a escalar la solución”, añade el cofundador de Symlab.
Puede darse también el caso de que el CEO de la empresa no sea un líder tecnológico y no entienda lo que está pasando en esa área crítica, lo que representa un problema importante. Todos estos problemas pueden ser detectados en una consultoría de DD y, a partir de allí, trazar el mapa de qué decisiones es necesario tomar o cuáles son los riesgos potenciales del lado de inversor y qué garantías debería exigir a la empresa.
Información realista = expectativas acertadas
Fabían Paredes, cofundador de Symlab, define al Due Diligence como “el equivalente a que alguien te dibuje en un mapa dónde está parada tu empresa: Te muestra dónde puedes ir, qué recursos necesitas y si los tienes o no. El objetivo final es que puedas tomar decisiones basadas en información realista”.
En la experiencia de Symlab, lo más común es que, al final de este proceso, muchas cosas que no se habían visto en medio de la vorágine del día a día sean detectadas y puedan entonces ser atendidas.
“Al final, lo que tienes es un informe que te indica el estado actual de tu empresa, los siguientes pasos que se aconseja tomar y cuáles son las debilidades y fortalezas que se ven allí. Esto se lo puedes presentar a un inversionista para pintar un panorama que muestre por qué necesitas recursos”, puntualiza Olivers De Abreu.
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