Logística de última milla sostenible: el camino para un futuro más verde

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La logística de última milla es la fase la cadena de suministro donde recae el peso del cumplimiento de los tiempos de entrega y la satisfacción de la experiencia de compra, en pocas palabras de la última milla depende el éxito y fidelización de los clientes de compras online, para nadie es noticia que desde el 2020 el consumo de productos a través de canales electrónicos se ha ido incrementando progresivamente, esto debido a que lo ecommerce y retailers han encontrado en el comercio electrónico otra canal para llegar a sus clientes e incrementar su ventas y para lograrlo han puesto un gran esfuerzo en mejorar su servicio de atención al cliente, venta, última milla y post venta.

Este incremento de las ventas online y repartos a domicilio ha traído como consecuencia un crecimiento del número de vehículos destinados a la entrega de productos, lo que implica un mayor volumen de unidades transitando por las calles y avenidas de la ciudad en horario laboral, esto se traduce en más tráfico, contaminación del aire, contaminación sónica, vehículos estacionados en doble fila, generando un impacto en el medio ambiente, por todo esto se hace necesario procurar una logística de última milla sostenible.

La logística de última milla sostenible implica hacer las modificaciones y ajustes necesarias al proceso para reducir la huella de carbono, generada durante la fase de última milla sin afectar la productividad y eficiencia de la misma, esto representa uno de los grandes desafíos de la industria logística pues la última milla es una de las fases más contaminantes de la cadena de suministro y disminuir el impacto ambiental que produce se ha convertido en una prioridad, en especial en estos tiempos donde las normas ambientales son más estrictas, y tanto los las empresas como sus clientes poseen una mayor conciencia social en relación a ser más responsables y respetuosos con el ambiente.

Con la implementación de soluciones innovadoras y un compromiso con la sustentabilidad, las empresas pueden transformar la logística de última milla en un proceso más ecológico y responsable con su entorno aquí alguna de ellas:

Electromovilidad: cambiar a flotas eléctricas es la meta de los proveedores logísticos, pero no es un cambio que se puede ejecutar de forma radical, debe hacerse progresivamente no solo por la inversión económica que implica, si no también porque la mayoría de las ciudades no cuentan con las estaciones de carga suficientes para suplir una gran demanda del servicio, probablemente en los próximos años es algo que podamos ver materializado, empresas con flotas 100% eléctricas por lo pronto, para poder cumplir con sus operaciones muchas de estas empresas deben mantener una flota mixta, con vehículos de combustible fósil para cubrir distancias muy largas o a otras ciudades y flotas eléctricas para cubrir las entregas en un radio de distancia menor.

Rutas Inteligentes: hacer uso de sistema de gestión de rutas contribuye a escoger rutas más cortas, menos transitadas, con la finalidad de agilizar las entregas y reducir el consumo de combustible, también se puede planificar rutas que permitan entregar un mayor número de paquetes en un menor tiempo.

Micro Fulfillment centers: contar con centros de distribución de menor escala bien ubicados dentro de la urbe, permitirá reducir los tiempos de entrega y hacer uso de medios de transporte liviano como motos y bicicletas agiliza el proceso de entrega, y si son eléctricas mejor aún, facilitar el acceso a los productos es fundamental para garantizar una entrega eficiente y mantener la calidad del servicio sin comprometer la rentabilidad.

Asociaciones y Colaboración: La colaboración entre las empresas de logística, los gobiernos locales es crucial para lograr una logística de última milla sostenible. Al trabajar juntos, las partes interesadas pueden desarrollar soluciones innovadoras para abordar desafíos comunes, como zonas de acceso restringido o infraestructura destinada para estaciones de carga. Las asociaciones público-privadas también pueden fomentar el intercambio de conocimientos y la inversión en tecnologías sostenibles, creando una red de entrega más integral y eficiente.

Centros de Pickup: otra forma de reducir el impacto ambiental de la última milla es la existencia de centros de pickup, que no es más que locales que colaboran con marcas o servicios de logística para ofrecer el servicio de entrega de paquetes, al haber uno de estos en cada barrio y comuna se agiliza el proceso de entrega por su cercanía a cliente final, estos centros también pueden gestionar las devoluciones de productos lo que facilitará considerablemente el proceso de logística inversa.

Uno de los máximos desafíos que enfrentan los operadores logísticos en materia de la última milla es mantener la eficiencia siendo responsables con el ambiente, pues los clientes exigen entregas cada vez más rápidas, sin tomar en consideración que cada una de ellas deja una huella de carbono y genera daños al medio ambiente, así que se hace necesario buscar soluciones que permitan llevar a cabo las operaciones de última milla de forma eficiente, sustentable y rentable.

El camino de transformación hacia un proceso de última milla sustentable no se recorre de un día para otro es un proceso progresivo que requiere compromiso, planificación y trabajo, a través de esfuerzos colaborativos y prácticas innovadoras, podemos transformar la entrega de última milla en un proceso sostenible y eficiente, que beneficie tanto a las empresas como al planeta.

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