Cómo vender una idea dentro de tu empresa
Venderle una idea o el cambio de un proceso a un CEO dentro de una empresa es de las dudas que más se plantean los trabajadores. No basta únicamente con tener un proyecto, las dudas van dirigidas hacia la acción de saber venderlo: ¿Cómo lo hago? ¿Qué estrategias debo seguir para lograrlo? ¿Cómo consigo que mis gerentes y directores compren mi idea de negocio o mi cambio de procesos?
Fabián Paredes, Cofundador de Symlab asegura que “a pesar de tener un proyecto ya cotizado que cumpla con todas las expectativas, rango de precios y el tiempo límite, se tiene que convencer a las otras áreas, los usuarios y los otros colaboradores, de que este cambio que quieres implementar es bueno. Esto no es trivial, es un problema a resolver que muchas veces puede cancelar un proyecto de transformación digital que está bien conformado”.
De ahí a que no exista una respuesta única o definitiva, tampoco un procedimiento estandarizado ya que cada proyecto e idea es diferente, con características únicas y desarrollado en condiciones sociales y económicas particulares. Sin embargo, sí existe una serie de claves que son comunes a la mayoría de ideas y que ayudarán a conducir su idea de negocio por el camino al éxito.
A continuación, enumeramos algunos de los pasos esenciales para desarrollar un proyecto, llenarlo de valor y conseguir vender esa idea.
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Concretar la idea: a veces es una dificultad para el proyecto no tener en claro qué va a mejorar y cuánto va a mejorar. Es imprescindible saber cuáles son los indicadores que determinarán que el proyecto se va a cumplir de forma adecuada.
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Proteger la idea: probablemente tu idea sea única y revolucionaria, motivo por el cual se requerirá registrarla o patentarla. Los registros protegen los derechos sobre la idea y permiten gestionar con total seguridad las estrategias a seguir para venderla.
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Responsabilizarse por la idea y su ejecución: cuando los proyectos corresponden a más de un área, muchas veces no se ejecutan porque las responsabilidades de las distintas partes quedan acéfalas y sin una cara responsable de la ejecución. “Se conoce de entrada que un nuevo proyecto requiere de más responsabilidades y por consiguiente una mayor carga laboral, pero aún así lo más importante es definir quién tendrá la responsabilidad de definir, mantener e incluso pagar cuáles partes del proyecto”, asegura Paredes.
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Ayudar a la visualización: es difícil para los stakeholders aprobar una idea sin tener una idea clara de ella, por lo que siempre será importante hacerse valer de las herramientas que existen para demostrar o simular en vivo lo que se tiene en mente. Continúa Paredes “desde mostrar un proyecto parecido, hacer simuladores para dar un paseo por el sistema, hasta los diagramas de flujo, todos son herramientas versátiles que pueden abrir la imaginación y la ruta de aprobación”.
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Saber vender: vender o promover un cambio no siempre será visto con buenos ojos, una solución que Symlab ofrece es darle participación a todos los usuarios, para que que se involucren en el proceso de diseño y puedan tomar decisiones en algunos aspectos del proyecto, esto reduce drásticamente la resistencia al cambio.
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Saber comunicar: la comunicación es un factor clave para vender las idea o proyecto, es indispensable encontrar canales para comunicar y promocionar la idea, así como asegurarse que el lenguaje sea claro y definitivo. Una óptima comunicación es esencial para vender tu idea.
En conclusión, según Paredes, “la venta interna de un proyecto implica asegurar o demostrar que lo que estamos haciendo no es una pérdida de tiempo o de dinero y que en realidad esto es necesario para mejorar el funcionamiento general de una o más áreas de la empresa. Para esto, lo importante es demostrar que el costo de recursos y esfuerzo es menor que las ganancias y que no se va a transformar en un problema de gestión a futuro”.